- Llantas:
Chequee cada año el aire de sus llantas porque la temperatura a la que están expuestas cambian las libras por pulgada cuadradas. Solo 10 grados de diferencia puede producir que gaste más gasolina y también corre el riesgo de que los neumáticos estallen por mala presión. También es recomendable, que realice una revisión de la presión de las llantas antes de cualquier viaje.
- Batería:
Solo cuando falla le damos la importancia necesaria a la batería. Este importante elemento se debe revisar cada tres años puesto que a veces necesita ser cambiada. El sobre-calentamiento puede debilitar el funcionamiento de la misma y es parte fundamental de la carga del vehículo.
- Refrigerante:
Use el anticongelante sugerido en el manual de su vehículo, es importante que no aplique agua pues lo deteriora. Si no conoce cómo realizar este procedimiento es necesario que lo lleve a una mecánica, se debe cambiar y revisar periódicamente.
- Escobillas limpiaparabrisas:
Con el tiempo se endurecen y desgastan provocando arañazos en el cristal. Pueden dejar de funcionar como resultado de la suciedad acumulada. Si son nuevas y no limpian, podría pasar un trapo humedecido con alcohol sobre la goma de los limpiadores.
- Frenos:
Limpie con regulación los frenos, pues ocuparán mayor energía y esfuerzo sobretodo en pavimento mojado. Verifique el interior de su auto asegurándose que el interior no haya objetos que obstruyan el freno o acelerador, pues podría complicar el manejo.
- Aceite:
Mida el aceite puesto que es el lubricante esencial para las funciones del auto. El hecho de que esté muy alto o muy bajo, perjudicará su travesía. Recuerde siempre utilizar el aceite recomendado por el fabricante.
- Faros:
Limpie los faros con un trapo constantemente pues, si no lo hace, el polvo que se acumula reducirá el 10% de la intensidad de la luz, lo que puede generar problemas, particularmente en las noches o cuando la visibilidad es reducida.