- Lee y ten a la mano el Programa de Mantenimiento de tu vehículo.
Cada coche trae un manual oficial lleno de recomendaciones para el mantenimiento regular. El fabricante no puede obligarte a seguirlo, pero sería inteligente si lo hicieras. Entre otras sugerencias, para un buen mantenimiento el manual te explica cómo:
- Cambiar el aceite y la frecuencia para hacerlo.
- Checar y asegurarte de que los fluidos son del color correcto y están en el nivel adecuado.
- Conocer el tipo de combustible que es mejor utilizar en tu vehículo, ya sea premium, diesel o magna. El manual del usuario proporciona una gran cantidad de información.
- Mantén en buenas condiciones los neumáticos.
El manual del automovilista sugiere la frecuencia con la que un mecánico debe cambiar las llantas. Comprueba el estado de tus neumáticos con regularidad para asegurarte de que están correctamente inflados y que la banda de rodadura se encuentra todavía en un nivel seguro. Esto hace que en los paseos tranquilos se tenga un mejor rendimiento de combustible así como un menor riesgo de que se revienten los neumáticos.
- Escucha a tu coche.
Las personas no hablamos el mismo lenguaje que el de los perros, pero quien tiene uno, aprende a “leer” las señales que le indican que su cachorro tiene hambre o quiere salir a la calle. De la misma forma, se puede entender lo que los coches comunican. Cuando escuches un chillido o ruidos de golpeteo de latas, significa que debes verificar los frenos. ¿El volante tiembla más de lo habitual en carreteras lisas? Eso es un indicador de potenciales problemas en el futuro. No ignores los sonidos o señales de tu vehículo que pueden o no ser consistentes de un día para otro. Escuchar a tu coche puede ayudar a evitar reparaciones costosas. Si algo en el coche se siente mal, probablemente lo está.
- Practica buenos hábitos de conducción.
Sé amable con tu coche. No trates de hacer que vaya de cero a 60 en tres segundos. Los arranques lentos causan menos tensión en el motor. A medida que aceleras, cambia suavemente de velocidades. Y no esperes que se detenga ante una moneda de 50 centavos, eso daña los frenos.
- Mantén tu coche limpio por dentro y por fuera.
Tanto el exterior del automóvil como debajo de él son salpicados por basura, desechos y mugre del camino, tales como alquitrán caliente, suciedad, insectos u objetos variados. Con el tiempo, estos elementos pueden dañar a los componentes del vehículo, incluyendo las piezas del motor y la estructura externa de la carrocería. En cuanto al interior, lo disfrutarás más y aumentarás su valor de reventa si lo mantienes limpio, bien cuidado y ordenado.